Guía para padres que sufren con las calificaciones de sus hijos

¨Wagner, yo quiero que usted hable con mi hijo, está super rebelde, no quiere estudiar y las notas que está sacando con bajísimas, hay que estarle insistiendo para que haga sus tareas y ni que decirle para que estudie para los exámenes, ya no sé quehacer, de todo he hecho y lo peor nada me funciona, ya esto me está enfermando¨, me decía un mamá angustiada por las calificaciones de su hijo. Si esta escena le suena similar a la realidad o a su realidad no es pura casualidad, es la condición que están atravesando cientos de padres de familia y que es necesario explorar para conocer las dimensiones de esta condición.
¿Cuál padre no desea que sus hijos obtengan buenas calificaciones?
Es claro que todos los padres de familia deseen que sus hijos obtengan excelentes calificaciones, esto es una experiencia que llena y place, pero realmente ¿dónde nace esta motivación?. Quiero aclarar que no estoy en contra de este deseo, lo promuevo y considero que es un reto que al estar presente en el rol parental añade mayor desafío a esta labor, pero si considero que en ocasiones hay padres de familia que hacen de las calificaciones de sus hijos su máxima obsesión y ahí es donde nace mi preocupación profesional.
Estoy totalmente convencido que un padre de familia que centre todas sus intervenciones hacia sus hijos en la posibilidad de aumentar sus calificaciones no ha comprendido el propósito del proceso académico en el cual se encuentra su hijo o hija. Esto sería como iniciar el viaje hacia el lugar deseado pero por el camino incorrecto, tal vez en algún momento se llegará al destino pero con mayor costo y desgaste, claro después de muchos extravíos y redirecciones. Lo peor del viaje está en el nivel de frustración que se experimentará, pues cada vez crece el deseo de llegar al destino pero cada vez te podes alejar del mismo. Es precisamente lo que sucede con tantos padres de familia que visualizan las altas calificaciones de sus hijos como el destino de su viaje pero cada vez ven su encuentro como el sueño imposible.
Ilustremos lo anterior de otra manera, ¿se visualiza usted con un patrono que cada vez que interactúa con usted su fundamental interés es que usted de su mejor desempeño?, le puedo asegurar que esto a corto o mediano plazo dañará el vínculo y por ende se propiciará un clima emocional poco estimuloso que generará paradójicamente bajo rendimiento o sea ¨bajas calificaciones¨. Es importante que usted vele por no generar este efecto en la relación con su hijo, que su hijo pueda sentir que lo más importante es él o ella y no sus calificaciones.
Recuerdo en una ocasión la expresión de una adolescente que me dijo ¨papi solamente está contento conmigo cuando mis exámenes tienen buenas notas¨, mostrando una sensación de ser querida de manera condicional. El amor y el afecto no se pueden condicionar, mucho menos a buenas calificaciones, pues a los hijos se les ama por lo que son y no por lo que hacen. En ocasiones el mensaje de exigir buenas calificaciones a los hijos lleva a los hijos a no sentirse aceptados mucho menos aprobados, por eso la pregunta que debemos hacernos como padres de familia sería: ¿cuál es el mensaje que le estamos lanzando a los hijos al solicitarles mejores calificaciones?
Los mensajes más comunes al exigir a los hijos mejores calificaciones
Debe existir cuidado en el mensaje oculto que se le trasmite a los hijos respecto a sus propias calificaciones, pues aunque el deseo de los padres puede ser el correcto el mensaje se puede distorsionar. A continuación los tres mensajes que he identificado como los más dañinos que se manifiestan a los hijos cuando exigimos mejores calificaciones:
Herramienta 1: ¨Tenés que ser el mejor¨. Los padres de familia que se obsesionan con las calificaciones de sus hijos en ocasiones ignoran que le están trasmitiendo a los hijos el mandado de buscar ser el mejor en todos sus estadios, siendo esto una exigencia impuesta cuyo peso puede generar efectos psicológicos graves. Uno de estos efectos es el temor a fracasar que experimentan muchas personas al buscar el éxito por lo cual optan por no intentar alcanzarlo ya que la idea del fracaso que han adoptado les castiga y se les asocia a cientos de fantasmas. No se trata de ser el mejor en todo se trata que nuestras acciones cada día sean mejores.
Herramienta 2: ¨Si no obtenés las mejores calificaciones sos incompetente¨. Que duro cuando las calificaciones se convierten en una obsesión para los padres de familia, pues este es uno de los mensajes que más daña la autoestima de los hijos. Cuando les hacemos creer a los hijos que al no sacar buenas calificaciones no son parte del promedio, que están excluidos del promedio y que esto los evidencia como incompetentes les estamos incorporando una mentalidad de competencia que puede llegar a ser en algunos momentos desleal pero en otros puede incluso afectar su propia integridad, pues el mensaje asociado es ¨llega a tu meta a costa de lo que sea, pero no podes quedar afuera¨.
Herramienta 3: ¨Tu valor está en tus resultados¨. Este es el mensaje donde culminan todos los anteriores. Es determinar la valía personal a partir de los logros y resultados personales. Esto explica porque hay tantos profesionales que lo único que les hace sentir especial es su título universitario, incluso se ofenden cuando no se les mencionan como tal. Los resultados no pueden determinar el valor de una persona, pues usted y yo somos más que un resultado. Tu valor está en tu ser.
Revise su motivación de las ¨buenas calificaciones¨
Es importante si usted es un padre de familia que ha estado muy angustiado por las calificaciones de sus hijos que revise las siguientes motivaciones, pues es imposible desinstalar una conducta que se desconoce su fuente:
1- Rasgos obsesivos: de manera sencilla entendamos este punto como aquellas variables de personalidad que empuja a los padres de familia a exigirle a sus hijos perfección, pues una de las características de estos rasgos es que se fije tercamente en aspectos de manera caprichosa, donde ni siquiera se conocen las razones que fundamental su comportamiento. Los padres de familia perfeccionistas operan desde una rigidez que incluso les enferma, no logran flexibilizarse ni muchos menos dar opciones. Un hijo sin opciones no vive en un hogar, vive en una prisión. Mientras que un padre de familia perfeccionista nunca verá su paternidad o maternidad como un sueño sino como una pesadilla.
2- El ego: los padres de familia desean en ocasiones obtener reconocimiento como extensión del reconocimiento del desempeño de su hijo, obvio que es algo gratificante, sin embargo, es arma de doble filo, pues cuando hay búsqueda de buenas calificaciones por parte de los padres se transmite a los hijos mucha tensión asociada con el temor de que su ego personal sea afectado por comentarios de otros, siendo está la preocupación y no realmente el proceso de aprendizaje del hijo.
3- Evitación de un castigo cultural: suena muy extraño este aspecto pero es una de las razones más comunes del porque las calificaciones de los hijos genera tanta angustia especialmente a las madres de familia. El machismo a las madres les hace no responsables sino culpables del desempeño en este caso de los hijos. ¿Cuántas madres de familia se angustian aún más por la nula o limitada participación del padre en el estudio de los hijos asumiendo toda la responsabilidad como única?. Muchas son las madres que se angustian constantemente por las notas de sus hijos pero la verdadera razón es ¨el famoso que dirán¨, es el temor a escuchar comentarios que expresen que ha hecho mal su labor y que ante todo ha sido una ¨mamá poco efectiva¨ en la crianza de los hijos. No crea en este mandato machista, solo usted misma puede evaluar su labor.
Finalmente hay dos aspectos muy importantes que complementan esta conclusión, el primer aspecto es recordar que el propósito del proceso académico de los hijos no son las buenas calificaciones es que puedan obtener una educación integral que refuerce su ¨ser¨ persona y el segundo es la necesidad de tomar la decisión consciente de disfrutar la posibilidad que la vida te ha dado de brindarle a tus hijos el acceso a mejores oportunidades para su desarrollo personal, ¡esto hay que celebrarlo!.
Herramienta recomendada
Todos los padres de familia desean que sus hijos e hijas tengan éxito en su rendimiento académico, sin embargo, en ocasiones no existe la suficiente información y claridad de cómo lograrlo, por lo que existen casos donde las familias entran en círculos viciosos donde los conflictos son constantes, lo que lesiona la dinámica familiar. Es esta oportunidad ponemos a su alcance este módulo para pueda contar con las herramientas efectivas que le permitan aumentar el rendimiento académico de los hijos e hijas


Por:
Lic. Wagner Eduarte
GRUPO CIP 2253-7575
www.herramientasfamiliares.com
www.grupocip.org